El clima de Pasto, la capital de Nariño, es uno de sus secretos mejor guardados y un factor clave en su identidad. A menudo se le describe como un lugar de «primavera eterna», y si bien esto evoca una imagen de tranquilidad, el tiempo en Pasto tiene una personalidad única, marcada por su altitud y su cercanía a la línea del Ecuador.

Características del Clima de Alta Montaña

El factor más determinante es la altitud de Pasto, ubicada a 2.527 metros sobre el nivel del mar. Esta elevada posición geográfica es la principal razón por la que sus temperaturas son frescas y relativamente estables a lo largo del año. La media oscila entre los 12°C y 16°C, lo que permite a los locales y visitantes disfrutar de un ambiente agradable sin los extremos del calor o el frío intenso.

Sin embargo, si hay una palabra que define el clima de Pasto, es «lluvia». La ciudad es conocida por sus frecuentes y, a veces, abundantes precipitaciones. No en vano se dice que Pasto es «la ciudad de las dos estaciones»: la que llueve y la que va a llover. Aunque el patrón de lluvia en Pasto puede ser impredecible, los meses más húmedos suelen ser de marzo a mayo y de octubre a noviembre. Por eso, un buen abrigo y un paraguas son siempre esenciales para disfrutar de sus calles y paisajes.

El Clima como Parte de la Experiencia

Lo fascinante del clima de Pasto es su dinamismo. Un día soleado y despejado en la mañana puede transformarse en una tarde fresca y con neblina, regalando vistas espectaculares del Volcán Galeras. Esta variabilidad es parte del encanto de la ciudad y la razón por la que los paisajes que la rodean lucen siempre verdes y vibrantes.

En resumen, el clima de Pasto es una mezcla de frescura constante y precipitaciones abundantes, un ambiente de alta montaña que invita a vestir en capas y a disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. Es un factor que define la vida diaria, el paisaje y el ritmo de una ciudad que siempre tiene algo para sorprender.